
La selección española de balonmano femenino se colgó la medalla de plata en el Campeonato de Europa celebrado en Skopje (Macedonia) tras caer en la final ante Noruega por 34-21. Habían superado contrapronóstico a las germanas en semifinales, no pudieron con el poderío noruego pero dejaron muy buen sabor de boca, ya que se adjudicaron por primera vez en su historia una presea en una cita de esta categoría. España salió dispuesta a plantar cara a las campeonas olímpicas y en la primera parte lo logró. De hecho, hasta el minuto 20 las chicas de Jorge Dueñas estuvieron por delante en el marcador con parciales de 2-2, 3-5, 5-6 y 7-8 gracias a un ataque liderado por Marta Mangué y Begoña Fernández. Para completar, España defendía bien. Sin embargo, en la segunda parte nuestras chicas bajaron la guardia y eso ante un rival como Noruega es casi un suicidio. Las ya campeonas no dieron más tregua y desmostraron sobre la pista su calidad con unas contras letales. Eran un auténtico vendaval y pararlas era imposible. Los contragolpes siempre acababan en gol y las españolas empezaron a descomponerse en defensa.
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